“Historias de clósets y otras prisiones” de Maru San Martín / Por Andrea Centeno
“La espina dorsal del libro conjuga los opuestos, la sensación de frustración y el sueño de liberación, la aceptación y la rebeldía.”
El primer cuento que leí de la escritora mexicana Maru San Martín fue Flores Amarillas, hace tres años. Y tras leer en estos días el libro HISTORIAS DE CLÓSETS Y OTRAS PRISIONES, me doy cuenta de que ya, desde entonces, se vislumbraba el erotismo y la ternura de su estilo al escribir. “Luisa se sabe distinta y culpable. Hace años se enredaba en el cuerpo de Antonio, inventaban posturas juntos y era ella la que siempre guiaba. Él significaba para Luisa la solidez de un monolito: tierra compacta y penetrante; escalaba su cuerpo hasta alcanzar la cima dando bocanadas, se creía joven a los veinte y en realidad, nunca fue más adulta”, es un fragmento de la historia en la que Maru San Martín construye y destruye, en pocas páginas, el vínculo entre Luisa y Antonio y que, afortunadamente, incluye ahora en HISTORIAS DE CLÓSETS Y OTRAS PRISIONES, en el que cada página destila el perfume del sexo, el sudor del cansancio, los vestigios de la ternura antigua y la sombra de una crueldad floreciente, a veces, como única vía de escape. De amor y desamor. De caricias y rencor. De deseo y venganza.
“Uno, dos, tres dedos. Exactamente tres dedos entre gancho y gancho. Sigo tus órdenes y cuelgo los trajes según las indicaciones: todos viendo hacia la derecha, cual niños bien portados. Uno atravesado, como mis pensamientos. Si me vieras, jugando a estas horas con tus trajes y tu ausencia”. Es un fragmento del relato Atrapada en el clóset. Duro y bello.
Las mujeres que inventa Maru son particulares, pero atraviesan situaciones y se pierden en sentimientos o rincones que cualquiera pudo haber frecuentado o llegar a visitar. Son únicas y universales. (Los hombres también).
“Nunca me han gustado los niños, menos los que esperan ser vistos apenas caminan, ufanándose de lo aprendido hace poco tiempo. Se lo dije, ¿no es cierto? Me cansé de repetirle que jamás me convertiría en madre”, cuenta una mujer en Chile piquín (uno de mis favoritos).
“Cuando no entiendo tu mensaje, debo mirar fijamente al ojo de salitre que desgastó el mármol y, entonces, te escucho”, es una pequeña parte del relato Desgaste del hogar.
Maru tiene la experiencia de haber conocido y tratado con mujeres así y no tanto. Escribió Manual de escritura creativa para mujeres sin libertad, tras sus visitas periódicas a decenas de reclusas y es una de las fundadoras, hace tres años, de la Feria Nacional del Libro de escritoras Mexicanas (#FENALEM), cuya tercera edición será a partir del próximo 6 de septiembre en Chiapas. Organizó concursos literarios, participó del libro Diez pasos hacia un texto y escribió, y publicó en España, el libro infantil (y feminista) El camino de Fátima.
Los cuentos preferidos de HISTORIAS… son muchos, imposible citar aquí a todos. La espina dorsal del libro conjuga los opuestos, la sensación de frustración y el sueño de liberación, la aceptación y la rebeldía. Una última cita como muestra: “Cuento piedras de a tres, piedras pequeñas como losas”, dice la protagonista de Las cumbres de Maltrata (otros de los que me fascinan).
Libro contundente e imprescindible para cualquiera que guste de la buena lectura, independientemente del sexo y el género. Disponible en papel y digital en: