¿Quiénes somos?

Estaban dos chilangos, un chilangombiano y un regiolango en una carne asada. Hablábamos de rock pesado, malos ratos y novelas. – Estaría bueno publicar estos rollos que se nos ocurren – propuso Moro mientras sorbía su caguamita de Carta Blanca. Garrido recordó que tenía un blog disponible. Petrozza sugirió que se mochara. Cantú echó más carne al asador. Mientras el fuego ardía en las pupilas de los socios espontáneos, un libro memorable saltó a la charla como una salamandra oracular. “Fahrenheit 452”, acordamos llamar al proyecto, porque aunque a 451 arde un libro, siempre es posible añadir un grado más…