“Yo, Julia” de Santiago Posteguillo / Guillermo Garrido
Conoce la novela que antecede a “Y Julia retó a los dioses”, del escritor Santiago Posteguillo
Empiezo esta reseña con una confesión: suelo aprender sobre la historia del mundo gracias a la literatura. No concibo mejor manera de conocer Roma que leyendo Las metamorfosis de Ovidio; o de adentrarme a la Francia decimonónica sino a través de las páginas de Zola. Mi reflexión sobre la relación entre Historia y Literatura no es original. El escritor valenciano Manuel Vicent mencionó, en alguna lección, que si él fuera profesor de Historia en alguna universidad, daría su cátedra leyendo a los clásicos. Nada más cercano a la Verdad (con mayúscula). Antes de Vicent, ya alguna otra persona debió haberlo dicho también. Así es el mundo, un eterno mito de Sísifo.
Si bien se puede aprender Historia a través de casi cualquier novela o escrito que refleje el pensamiento, la forma de vida o una situación particular de una época, también existe un género literario llamado Novela Histórica, el cual muestra al mundo lo que fue. Alguien mencionó que las novelas históricas no cuentan las cosas como sucedieron sino como debieron haber sucedido. La frase aumentó mi fanatismo por este tipo de novelas. Actualmente admiro autores como Ken Follet con la saga Los pilares de la tierra y la “trilogía del siglo”, pasando por Idelfonso Falcones con La catedral del mar hasta los clásicos como Walter Scott con Ivanhoe. Menciono tres ejemplos de millares sólo por decir algo.
La novela que nos atañe en esta reseña es Yo, Julia de Santiago Posteguillo. Antes de esta historia no había leído nada de él, conocía algunos de sus títulos pero siempre postergaba su lectura por flojera o porque estaba leyendo otras cosas en ese momento. Siendo honestos, Yo, Julia llamó mi atención por dos cosas: la temática romana y el galardón del Premio Planeta 2018. Sorprende que una novela histórica, de gran tamaño, se hiciera con este premio. No recuerdo muchas novelas de este tipo ganando galardones importantes en el mundo (aunque puedo estar equivocado). Cuando vi la novela en una estantería decidí que era momento de empezar a conocer a este autor y me he llevado una grata sorpresa.
Historia y estructura del libro
La novela narra un periodo importante de la historia de roma que empieza con el asesinato del emperador Lucio Aurelio Cómodo, de la dinastía Antonina (fue hijo del gran Marco Aurelio) y que termina con el emperador Septimio Severo instaurando la dinastía Severa después de derrotar a Clodio Albino en la batalla de Lugdunum (actualmente Francia). Se sitúa en un periodo histórico entre los años 193 a 235 d.C. en una época a la que se le conoce como “Los años de los cinco emperadores”.
El acierto de Posteguillo fue no haber contado la historia de esta época desde la mirada de los emperadores sino de una mujer que considera pieza fundamental en la victoria de Septimio Severo: su esposa Julia Domna. Es un acierto porque resalta la importancia de las mujeres en asuntos políticos que no dan la cara al público sino que gobiernan, como diría la escritora argentina Luisa Valenzuela, “desde la cama”. En palabras del mismo Posteguillo: “Era una adelantada a su tiempo porque creía que ser mujer no debía ser óbice para conseguir sus objetivos”. Pueden revisar la entrevista completa en el siguiente enlace.
La historia de Julia Domna, nacida en Emesa, actualmente Siria, es por demás interesante, y eso nunca lo hubiera sabido de no ser por la pluma de Posteguillo. El autor logra crearle una personalidad imponente, digna de cualquier mujer de ficción. Les dejo una imagen del busto de Julia para que puedan “conocerla” tanto como se conoce a un personaje de Dragonlance con un dibujo de la web:
En cuanto a la estructura, la obra está organizada en cinco libros. Cada libro narra la historia de Julia y el ascenso al poder de su esposo en el gobierno de cada uno de los emperadores, empezando por Cómodo y terminando con Clodio Albino. Con cada emperador el personaje de Julia va madurando política y socialmente. Es un texto medianamente largo (aproximadamente 700 páginas) que como es costumbre en las novelas históricas, casi no se notan. Otros detalles importantes los pueden encontrar en la contraportada del libro o en la web.
El veredicto
A mi juicio, una buena novela histórica se reconoce porque tiene una narrativa ágil, con personajes entrañables, los cuales se van desarrollando a lo largo de las páginas (y de ahí la importancia de su extensión) y una historia atrayente, de esas que te mantienen al filo del sillón, o de la cama, y que te impiden ir a dormir porque quieres leer “sólo un capítulo más”. Yo, julia cumple con estos requisitos.
Además, la novela te hacen amar a los personajes a tal grado de desear su bien aunque no sean prototípicamente buenos. Es una de esas novelas en donde esperas que los ganadores sean los personajes principales, aunque en el fondo sepas que dedicaron parte de su vida política a cazar “herejes”.
Otro de los grandes aciertos es que la narrativa te va llevando de la mano para conocer la ciudad de Roma en el siglo III d.C. Puedes visitar el Obelisco de San Pedro, el Circo Massimo de Roma y conocer la cartografía de un imperio vasto y poderoso.
Al final deja un buen sabor de boca. Los historiadores expertos en Roma quizá puedan encontrar errores en la secuencia histórica. Yo, por mi parte, me quedo con la Roma de Posteguillo. A fin de cuentas, ¿quién puede asegurar que la historia es realmente como se ha contado?