Cadáver Exquisito de Agustina Bazterrica / Martin Petrozza
Un misterioso virus contamina a todos los animales, y por tanto, todos ellos, incluidos los animales domésticos, de ganado (animales antes inofensivos), se convierten en amenaza para el hombre. El gobierno decide matar a todo animal; obliga a la población a sacrificar sus mascotas con inyecciones letales que reparte gratuitamente.
Sin embargo, lo peor no es la muerte de nuestras mascotas, sino la sustitución de la carne vacuna, porcina y aviar, y toda carne animal, en general, destinada al consumo humano por la llamada carne especial, que proviene… sí, de los nuevos criaderos de carne humana. Una novela que te dejará sin hambre por un tiempo.
En Cadáver exquisito (2017. Ed. Alfaguara), la autora Agustina Bazterrica (Buenos Aires, 1974) nos entrega una novela de terror, una distopía macabra, narrada con la maestría necesaria para impresionar con sus efectos literarios. De lectura ágil, corta de páginas, directa, cruda y muy reflexiva sobre el comportamiento humano hacia los animales de consumo, la forma de tratarlos, de darles muerte, y la muy extendida insensibilidad ante dicho fenómeno.
Acompañamos a Marcos, el personaje principal, por su tristeza, proveniente de la ‘Transición’, la conversión de los mataderos y peleterías, en general la industria de la carne, de trabajar con animales a trabajar con ‘cabezas’ de ‘carne especial’, y por la muerte de cuna de su primer y único hijo. A su vez, nos lleva de la mano por el recorrido de la fábrica de carne que heredó de su padre, donde ahora matan, destaza, limpian de entrañas, refrigeran, empaquetan, distribuyen y venden a humanos criados especialmente para dicho propósito, a los cuales se les extirpan las cuerdas vocales para que no puedan gritar, quejarse u organizarse entre ellos.
Cadáver exquisito logra de forma magistral comunicar el mensaje: somos monstruos que matan para alimentarse de forma industrial, rutinaria, fría, sin consideración, a seres vivos que distan genéticamente de nosotros por mucho menos de lo que quizá, quisiéramos. ¿Qué diferencia hay entre un cerdo que llora cuando escucha los berridos de sus congéneres, a un niño aislado, sin educación, alimentado especialmente para generar carne blanda, al que llaman ‘ternera especial’ y que no puede llorar porque no tiene cuerdas vocales? ¿Qué delimita el nivel de crueldad?
Como obra, Cadaver exquisito es una novela bien lograda, efectiva y asombrosa. Como reflexión social, también.