“Qué hacer con estos pedazos” de Piedad Bonnett / Adriana Dorantes

“…demuestra una vez más el enorme talento que tiene Piedad Bonnett para ahondar en las terribles cicatrices que dejan las múltiples batallas del día a día…”


Qué hacer con estos pedazos tiene una premisa simple: un matrimonio se tiene que ausentar unos días de su casa pues la cocina va a ser remodelada. Se irán a tomar unas vacaciones a Cuba tranquilamente en lo que dura el proceso, mismo que será supervisado por la señora que por años les ha limpiado la casa y preparado sus alimentos.

Es sencillo, pero, como la vida misma, en la sencillez se esconden abismos y en lo cotidiano y ordinario se gestan batallas. O como apunta la autora en las primeras páginas: “A veces basta tirar una piedra sobre un tejado para que la casa se desmorone.” Emilia y su marido llevan años casados, una unión que con el tiempo se ha hecho tediosa, insatisfactoria y frustrante, al menos así lo es para Emilia —la novela está narrada en tercera persona, pero en realidad lo que nos muestra es la perspectiva de Emilia—. Es un matrimonio de silencios y pasividad, pues ahí los pocos espacios para las palabras o las acciones pueden ocasionar incendios.

Por si la insatisfacción de un matrimonio de este tipo no hubiera sido suficiente para sostener la novela, la autora decide que es necesario abrir el abanico a otros aspectos vitales que son igualmente opresivos y frustrantes. ¿Cómo no hablar de la pésima relación de Emilia con su padre y sus hermanos? ¿Por qué no entrar al doloroso terreno de la falta de entendimiento que tiene con su propia hija? ¿Qué poca imaginación no mencionar las cuitas existenciales propias de la edad, el abandono de sí misma, la soledad? Y para finalizar, ¿qué sentido tendría dejar de lado la precarización, la división de clases y los problemas sociales de Colombia?

Esta novela demuestra una vez más el enorme talento que tiene Piedad Bonnett para ahondar en las terribles cicatrices que dejan las múltiples batallas del día a día. Por supuesto que el viaje a Cuba no resulta lo que esperaban, por supuesto que la cocina no queda como debía, entre muchas otras cosas que salen mal. La remodelación de la cocina, eventualmente, se entenderá como una metáfora de aquello que en la vida se trata de arreglar, pero no se puede, de las malas decisiones y de la insensatez, del fracaso y de lo irremediable de las situaciones.

Piedad Bonnet es una de esas escritoras que penetran dolorosamente en lugares que uno ni siquiera sabía que tenía una herida. En esta novela nos demuestra con una sensibilidad apabullante y con una narrativa mordaz las dolencias de los seres humanos: su llanto, pero también su egoísmo, su tristeza, pero también su crueldad. Y su esperanza, apenas asomándose, tan sutil y frágil que, para el lector, no queda otro camino que la ternura y el escalofrío.

Qué hacer con estos pedazos es sin duda una obra maestra de la condición humana y del terrible peso de esta vida ordinaria.

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