Balzac y la joven costurera china de Dai Sijie / Cecilia Santiago
El centro del relato es la ausencia de los libros, la prohibición de la literatura que ha sido catalogada como enemiga del comunismo, por tanto, como sucedió y ha sucedido a lo largo de la historia humana, toda la narrativa es ilícita y ansiada por quiénes alguna vez tuvieron acceso a ella.
Balzac y la joven costurera china es una novela de Dai Sijie quién escribe una historia basada en la experiencia de “reeducación” por la que pasaron los hijos e hijas de profesionistas o intelectuales Chinos que, por motivos ideológicos fueron considerados burgueses privilegiados por el régimen comunista y por tanto enemigos de la República Popular China, motivo por lo cual fueron encarcelados o limitados de sus derechos civiles durante el periodo conocido como La Gran Revolución Proletaria o Revolución Cultural.
El libro narra de manera periférica las vivencias de tres adolescentes varones: el narrador, Luo y Cuatrojos, quienes son enviados a vivir a una comunidad campesina en las montañas llamadas El Fénix del Cielo; cuyo mote inspirará a los personajes a pensar que un sitio nombrado de esa forma representa un lugar que solo podía ser alcanzado por “una especie vinculada con el cielo, potente, legendaria y profundamente solitaria”. En la comunidad a la que han sido desplazados, vivirán con base en los preceptos comunistas para alejarlos de la influencia del capitalismo y del pensamiento burgués, así como de la protección e influjo de sus progenitores.
Para el narrador y Luo la aventura comienza desde que son colocados bajo esta nueva supervisión, que es descrita en la historia como repleta de “inquisidores fanáticos”, en la que aprenderán sobre el trabajo agrícola y minero, las costumbres, forma de vida e idiosincrasia de los habitantes del Fénix con la finalidad de cambiar su mentalidad, valores, cultura y hábitos. Cuatrojos tendrá un papel secundario en los sucesos, pero su aportación será esencial para el desarrollo de la historia. De igual forma, la perspicaz, hermosa, ignorante y casi analfabeta de símbolos, la pequeña costurera formará parte de la emoción y el amor que deviene de la experiencia humana, el azar, la codicia y el poder de las palabras.
El centro del relato es la ausencia de los libros, la prohibición de la literatura que ha sido catalogada como enemiga del comunismo, por tanto, como sucedió y ha sucedido a lo largo de la historia humana, toda la narrativa es ilícita y ansiada por quiénes alguna vez tuvieron acceso a ella. Los libros prohibidos y sobre todo la literatura de Balzac traducida al chino, será el vehículo que proveerá de nexos, discordias, traiciones, negociaciones y sobre todo, hará posibles las transformaciones.
Al leer se estará en contacto con la preocupación e incertidumbre de la experiencia política de las personas adolescentes, se sentirá aflicción al entender el peligro al que se enfrentan estos prolijos cuenta cuentos y al mismo tiempo se podrán disfrutar las andanzas de los personajes enmarcadas en un ambiente rural, pintoresco y basto, en el que buscarán momentos de libertad fuera del control de los adultos para encontrar el sueño diurno y acceder a una vida secreta y autónoma en la que descubrirán una gran cantidad de material para construir historias y tejer memoria, y en donde las capacidades individuales, el ingenio y la camaradería tienden lazos, otorgan amores y engendran vínculos.
Los libros brotarán en el relato y darán paso a esta imagen que ya ha sido trascrita en alguno de mis cuadernos:
Algo misterioso y exquisito en la resonancia de las palabras, en el orden de los caracteres, al modo del incienso tibetano, […], para sentir su perfume suave y refinado, para ver los bastones aromáticos comenzar a transpirar. A cubrirse de verdaderas gotas de sudor, que, bajo el reflejo de las lámparas, parecían gotas de oro líquido.
Tal como dice el narrador, el desenlace de la metamorfosis, de la reeducación, en la que Balzac tuvo todo que ver, tocaba ya el inconsciente de todos sus actores. Los enamorados pensaron que la cosecha de meses de lectura sería recoger a una dama más bella y educada que podría pasar desapercibida en el estatus social de los condenados a la montaña, no obstante, ingenuamente, cada uno captó lo esencial de las novelas que habían leído.
Concluyo pensando en el fragmento del poema “Pasaporte” de Rosario Castellanos, que me hace concebir y compartir la elección de la sastrecilla:”Pero si es necesaria una definición/ para el papel de identidad, apunte/ que soy mujer de buenas intenciones/ que he pavimentado/ un camino directo y fácil al infierno.”
Me quedo, la reseña me atrapó y pensaré “en el que buscarán momentos de libertad fuera del control de los adultos para encontrar el sueño diurno y acceder a una vida secreta y autónoma en la que descubrirán una gran cantidad de material para construir historias y tejer memoria, y en donde las capacidades individuales, el ingenio y la camaradería tienden lazos, otorgan amores y engendran vínculos.”