La anomalía
Lo mejor
- Muy bien escrito
- Tema filosófico que da para preguntarse muchas cosas sobre la realidad de nuestra existencia
- Lectura ágil y divertida
Puede mejorar
- Personajes poco entrañables
En un año “anómalo” debido a la pandemia, el autor francés Hervé Le Tellier nos entrega su novela intitulada La anomalía (2020) donde ocurre un evento extraordinario: un avión que viaja de Francia a Nueva York en marzo, reaparece, el mismo, con la misma tripulación y los mismos pasajeros, tres meses después. ¿Un duplicado cuántico? ¿Un triángulo de las Bermudas?
A manera de capítulos cortos, Hervé nos da cuentas de los diferentes pasajeros del primer vuelo, a los que el FBI llama pasajeros marzo, y de los segundos, a los que denomina pasajeros junio, y cómo sucede el encuentro entre unos y otros. Algunos de ellos no han tenido muchos cambios, pero otros…
¿Qué impacto tendría para ti el encontrarte con tu doble exacto? ¿y si fueras tú el “doble”, pero tuvieras exactamente los mismos recuerdos que tu yo de marzo? Las implicaciones comienzan por quién se va a quedar con tu / su casa, esposa o esposo, hijos, cuentas de banco, identidad. El problema planteado en la novela es de orden filosófico, pues además de los conflictos prácticos nos deja preguntas tales como ¿Quién es la copia de quién?, ¿este mundo es “real” o es una simulación donde pueden ocurrir anomalías como la sucedidas en el libro?, ¿podrían existir otras versiones de nosotros en mundos paralelos?, ¿estos otros mundos paralelos podrían, por error, entrelazarse?
No es de sorprender que este tipo de cuestiones sean tocadas por Hervé, quien preside la OuLiPo, por su siglas en francés, y traducido al castellano como Taller de literatura potencial, creado en 1960 por el escritor Raymond Queneau y el matemático Francois Le Lionnais. Este grupo, vinculado al Colegio de Patafísica, busca encontrar lo extraordinario en lo ordinario: un vuelo de avión de Francia a Nueva York, ¿qué de asombroso tiene? Nada, hasta que un día sucede algo que no está contemplado en los manuales, que no ha sido calculado por ningún matemático capaz de predecir todas las variantes de sucesos que pudiese derivarse de un vuelo de avión.
Con un argumento así, y una maestría indudable en el arte de escribir, no es raro que la novela fuese la ganadora de algún premio. En este caso, La anomalía ganó el premio de la Academia Goncourt. Todo el argumento, al parecer, está enraizado en el planteamiento de dos matemáticos sobre un volado: echar una moneda al aire ofrece 50% de probabilidades de que caiga en cara, y las mismas, de que caiga en cruz. Pero, entonces, ¿dónde queda la probabilidad, mínima, si se quiere, de que la moneda caiga en vertical? ¡¿Y la de que quede suspendida en el aire?! Esta probabilidad, infinitesimal, está planteada en los manuales bajo el nombre de protocolo 42 (qué hacer en caso de que lo ocurrido no esté escrito en el manual). Que un avión se duplique con todo y gente dentro, y que esta gente reclame ser quienes son sin importar que ya existan otros ellos que tienen el mismo derecho de ser ellos…
Una novela que asombra, bien escrita y novedosa que deja al lector con más preguntas que respuestas, como suele hacer la buena filosofía.
