En la tierra somos fugazmente grandiosos de Ocean Vuong / Adriana Dorantes

El autor estadounidense de origen vietnamita, Ocean Vuong, después del éxito inesperado de sus dos libros de poemas “Cielo nocturno con heridas de fuego” y “El tiempo es una madre” llega con una novela conmovedora e íntimamente emparentada con la poesía, para convertirse en uno de los escritores más jóvenes y más leídos y buscados por los lectores, al menos en Estados Unidos.

El título en inglés alude a una especie de belleza cuyo concepto desafortunadamente se pierde en la traducción al español y a otras lenguas. En “On earth we are briefly gorgeous” el adjetivo final apela, en palabras de Voung, a una celebración de la vida y la belleza, palabra que desde los años 80 fue adoptada fuertemente por la comunidad gay al grado que se convirtió en un término de uso común en lo queer.

Este es uno de esos libros cuya cuarta de forros da un panorama bastante general de la historia, pero deja de lado lo que me parece más importante del libro. Ciertamente es de destacar la propuesta narrativa que elige: una carta hacia su madre, escrita incluso sabiendo que ella no la podrá leer. También es fundamental resaltar los temas que atraviesan la novela: el abandono, el conflicto por la identidad en un país extranjero, el autodescubrimiento y el flujo de conciencia. Asimismo es súper importante toda la parte que da cuenta de la experiencia de la migración, no sólo de él mismo sino de su familia entera, la dificultad de ser outsiders en una sociedad a la que se llega para escapar de un país que guarda su identidad pero que ha estado resquebrajado por muchos años a causa de diversas guerras.

A mi manera de ver, esta novela es sobre el detalle y la belleza, sobre cómo las pequeñas cosas y la fugacidad de ellas pueden transformarnos y definirnos. Ocean Vuong explora profundamente las relaciones familiares a partir de escenas que al parecer no abonan al conflicto, pero que sutilmente lo definen, por ejemplo, la especial relación entre el nieto y la abuela a la que éste le quita las canas, una por una, mientras ella le relata historias de infancia. Esto para paulatinamente llegar a la reflexión de uno mismo y el lugar que habitamos y lo que implicará esto para nuestro legado.

Y también es un libro sobre el cuidado y el amor. El protagonista se enamora de Trevor, pero la descripción de su relación, que es como cualquier otra, sale de la normalidad por la manera en que es descrita, por la mirada tan poética en que se nos presenta. El foco está en mínimas cosas: por ejemplo, la marca en la piel que se parece a una coma, la peculiar manera en que su cabello se enrosca en su nuca, la forma en que su mano quemada por el sol se posa sobre la blancura contrastante de su vientre. En efecto, Trevor es de lo más común, un tipo con la pinta del típico “red neck” ignorante, pero que a los ojos del narrador se convierte en una creatura maravillosa, muy a pesar de sus imperfecciones, su propensión a las drogas y su rabia animal e irracional.

La narrativa de Ocean Vuong es una de esas joyas de la literatura, es brillante, inesperada y hermosa. Es una novela de profunda reflexión y llena de una cadencia poética que sorprende y arrebata.

4.5 2 votos
¿Qué te pareció el artículo?
Suscribirse
Notificarme
guest
0 Comments
Ve todos los comentarios