El día que aprendí que no sé amar de Aura García-Junco / Cecilia Santiago

Te han dicho que padeces una discapacidad emocional o que no sabes amar. A menudo te cuestionas sobre las incontables reglas del romance y las relaciones y te percibes un poco ajeno al discurso. Acaso eres una de esas personas que están seguras de que los celos son el mejor indicador de tu amor o del amor del otre. Quizá prefieres bajar la cortina y te resistes a sentir nada por nadie, dado que con frecuencia te encandilas en amores tortuosos, mal correspondidos o desleales. Si te interesa reflexionar sobre el amor, las relaciones y las personas en esta era que parece ofrecer solo esquizofrenia afectiva, este libro es para ti y podrá escandalizarte, iluminarte o simplemente hacerte saber que otras personas piensan como tú. 

En este ensayo Aura García-Junco traza una línea del tiempo y coloca en diferentes momentos, clases y culturas la idea del amor, la seducción y otras tantas instituciones que han trascendido para convertirse en la regla de la vida de pareja, la regla o la norma o la naturalización de acciones, procesos y construcciones sociales que con conciencia o sin ella, nos marcan la ruta del deber ser en el amor y sí no, pues entonces no es. Hasta que la muerte nos separe o al vivieron felices para siempre. 

El día que aprendí que no sé amar es algo más que un libro lleno de parafraseo sesudo o citas bien elegidas y entreveradas de muchas intelectuales y feministas, es una exposición de pasajes sobre la vida amorosa de su autora, sus relaciones, las breves o las reposadas, las que, vistas a la distancia, adquieren otras tersuras. Cada una de las experiencias elegidas son fundamentales para dialogar con las vicisitudes de los encuentros y desencuentros del otro y de uno mismo al cuestionar las razones que nos llevan a “elegir” o a “decidir” flirtearnos, besarnos, tocarnos, desearnos y al final desistirnos de seguir.

También es un libro en el que se interactúa con definiciones-interpretaciones del significado material o simbólico del amor, esas que no siempre se ajustan a quién lo siente. El tipo de amor que es cuestionado a través de implacables frases negacionistas que empequeñecen los mundos, las personas, las culturas, las orientaciones: “es que tú nunca te has enamorado”, “no sabes qué es el amor”, “no has conocido al hombre de tu vida”, “no sabes querer”, “no sabes amar” y como dice Aura, al hallazgo de encontrarte con el diagnóstico de ser una “tullida sentimental”. 

Les comparto que para mí el contenido de este ejemplar tiene todo el sentido y la vigencia. En la vida que llevo recorrida he sido una persona que ha amado con fuego abrazador, con pasión sostenida, con moderación racional, con entrega afectiva. He llorado muchas lágrimas y exudado manantiales en el nombre del amor, pero no siento celos, no espero para siempre, no necesito a nadie, ni deseo certezas, florezco como las cactáceas y puedo permanecer en hibernación sin tiempo. Constantemente me pregunto ¿por qué el amor solo puede existir de una sola forma si en la práctica tiene una multiplicidad de ellas?

Aura no espera que pienses como ella, no quiere inocularte ideas contrarias a tu moral, ideales o valores, pero te hará repensar muchas de las muletillas metafóricas e imprecisas que usamos para invocar al sentimiento de querer a otro ser o de desearlo: la media naranja, la otra parte de uno mismo, el amor de tu vida, el amor verdadero, andaba sin rumbo hasta que te encontré, la razón de mis latidos, mi complemento, y otras tantas peroratas. 

En el libro encontrarás un análisis del amor desde una perspectiva de género, y no voy a teorizar el porqué, no obstante, me gustaría decir que esto no debe ser un factor de animadversión, ni una etiqueta que coloque los contenidos explícitamente para un sexo en particular. Me gusta creer y compartir que hombres y mujeres, heterosexuales, con orientaciones o identidades diferenciadas contamos con marcos teóricos muy estrechos de lo que se espera de nosotres y de lo que esperamos de los otres y con ello también va, nuestro origen étnico, religioso, color de piel, escolaridad, clase social, código postal o coordenadas UTM, entre otras cosas, que influyen en nuestras ideas del amor y que muchas de esas pautas se han integrado para definir que unas aman y se desbordan; y, otros son amados y se contienen.

Que unas tendrán fechas de caducidad para ser amadas y otros como la miel de las abejas, serán no perecederos… lo que me hace anhelar que los sistemas ideológicos y jerarquizados sean cuestionados para que cada una encuentre la intimidad y el amor que necesite y quiera construir con alguien. 

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Norma
Norma
1 Año Antes

Definitivamente la invitación de Cecilia a través de su reseña para adentrarme en este libro, la acepto, con gran curiosidad por leerlo en calidad de Ya!!!

Guillermo Garrido
Admin
1 Año Antes
Responder a  Norma

Muchas gracias por leer la reseña y por animarte a leer la obra 🙂

Glow
Glow
1 Año Antes

Y hablando del amor, de ese que envuelve en sensaciones y conductas alocadas… la reseña coquetea felizmente con esta lectora que no había pensado en autodiagnosticarse en lo que creía sabía hacer: amar